En 2019 Andrés comenzó con un pequeño proyecto universitario: elaboración casera de cerveza artesanal. Para nosotros, la cerveza no es solo una bebida; es una verdadera pasión. Nos encanta explorar sus variados matices y estilos, y esta devoción se refleja en cada gota que producimos hoy.

Sebas fue uno de los primeros en acompañar a Andrés en este proyecto. Pronto, lo que comenzó como compartir cervezas entre amigos y conocidos se transformó en algo más grande. La respuesta de nuestra comunidad nos motivó a convertir nuestra pasión en un negocio y nos convenció de que la cerveza puede ser una poderosa herramienta para romper barreras y fomentar camaradería.

A medida que DALA crecía, nuestro círculo se expandía. Conocimos a increíbles personas que no solo nos ayudaron, sino que también se convirtieron en amigos. Hemos reído, compartido y disfrutado juntos, construyendo una red sólida de colegas y compañeros amantes de la cerveza.

Nuestra red de amigos sigue creciendo, abarcando cerveceros apasionados, amantes de la cerveza, tenderos, distribuidores y muchos otros. Cada conexión, cada encuentro, ha enriquecido nuestra historia y contribuido al vibrante tejido social que ahora caracteriza a DALA.